https://lta.reuters.com/article/topNews/idLTAKCN1GN0C0-OUSLTSANTIAGO (Reuters) - El multimillonario conservador Sebastián Piñera asumió el domingo la presidencia de Chile con la promesa de acelerar la economía para dejar al país encaminado al desarrollo y lograr consensos para “corregir” algunas reformas de su predecesora en una de las naciones más estables de América Latina.
En una ceremonia en la sede del Congreso, en la costera ciudad de Valparaíso, el magnate de 68 años oficializó su juramento y recibió la banda presidencial de la saliente gobernante socialista Michelle Bachelet.
“Sí, juro”, dijo Piñera ante autoridades legislativas y presidentes de Iberoamérica que asistieron a la ceremonia.
El mandatario se convirtió en el primer político conservador que gobierna Chile por segunda vez en ocho décadas, tras liderar el país entre 2010 y 2014.
La llegada del magnate al poder es también el fin de una generación de mujeres líderes de América Latina. Bachelet era la última mujer jefa de estado en una región en que la balanza política se ha vuelto a inclinar hacia la derecha conservadora.
A la ceremonia del cambio de mando asistieron los mandatarios de Brasil, México, Argentina, Perú y Bolivia, junto con el vicepresidente de la Asamblea Popular China, Ma Peihua, entre otras autoridades.
“Este cambio de mando se da en un clima de gran armonía y civilidad política (...) Espero que se reafirmen los lazos de amistad, cooperación y colaboración que hay entre Chile y México”, dijo el presidente de México, Enrique Peña Nieto.
SIN MAYORÍA EN EL CONGRESO
El presidente electo ha prometido que corregirá polémicas reformas tributarias y sociales impulsadas por Bachelet, las que a su juicio arrastraron a la economía del mayor productor mundial de cobre a su peor momento en casi una década.
Pese al contundente respaldo del electorado, Piñera no contará en el Congreso con la sólida mayoría necesaria para llevar adelante sus principales promesas de campaña, por lo que junto a sus ministros deberán demostrar habilidades para tejer alianzas con algunos sectores de la oposición.
“Piñera aprendió mucho en el primer gobierno y tiene mucha más experiencia, lo que le dará más madurez para tomar decisiones. Y creo que su gabinete, con mucha gente de los partidos políticos, también lo apoyará”, dijo Kenneth Bunker, analista de la Universidad Central de Santiago.
Contrarreloj, el hábil hombre de negocios sostuvo en las últimas semanas múltiples reuniones con sus futuros ministros para definir claramente los ejes y medidas que implementarán en cada una de sus áreas en el corto plazo.
“La idea es tomar con mucha urgencia que Chile vuelva a crecer, crear empleos, mejorar las pensiones (...) ese es el mandato que recibimos”, dijo el nuevo ministro secretario general de la Presidencia, Gonzalo Blumel.
En esa línea, Piñera ya definió que su primera actividad como jefe de Estado será visitar la tarde del domingo la fundación de apoyo a menores Padre Semería, desde donde entregará sus primeras medidas en materia de infancia, una de las áreas peor evaluadas del saliente gobierno.