El pasado 10 de diciembre una tropa de 14 militares de la DGCIM (agencia de inteligencia del gobierno) ingresó al territorio nativo de Arekuna en Canaima, sur de Venezuela, para "desbaratar una operación de minería ilegal". En esta operación perdió la vida Charlie Peñaloza, un joven de 21 años del pueblo pemón, a manos de uno de los militares de Maduro. Su hermano, Carlos Peñaloza, resultó también herido y tuvo que ser hospitalizado.
El sur de Venezuela es rico en minas de oro, y es así como cientas de personas, a raíz de la grave crisis económica del país, tienen que dedicarse a su extracción en condiciones altamente riesgosas y arduas. Los pemones que extraen oro no cuentan con cuantiosos medios de extracción más que picotas y cedazos, y los réditos que perciben a partir de esta actividad apenas ayudan a palear la devastadora pobreza que sufre la región bolivariana. Es así como estas comunidades se han visto obligadas a recurrir a la guerrilla armada para combatir a los guardias del gobierno que amenazan sus medios de supervivencia, guardias que los superan en número y en arsenal.
Pero el gobierno venezolano no tiene interés en un par de yacimientos auríferos que poco valor tienen. "El Arco Minero del Orinoco es un proyecto extractivista a gran escala que comprende la explotación de minerales en más del 12% del territorio nacional y fue orquestado por el gobierno chavista en el marco del IIRSA para el beneficio de empresas trasnacionales de capitales chinos, rusos y norteamericanos. Su puesta en marcha comenzó desde el año pasado y promete profundizarse gracias a nuevos endeudamientos con China y Rusia. Para su ejecución, es necesaria la destrucción de la riquísima biodiversidad amazónica y el aniquilamiento de al menos treinta pueblos indígenas. Hoy, operativos militares se llevan a cabo en la región de Canaima en función de despejar la zona para el saqueo".
La comunidad de Canaima se levantó indignada tras la muerte de Charlie Peñaloza. "Los pobladores capturaron a tres de los presuntos responsables, uno de ellos estuvo, al menos, seis horas maniatado e interrogado por decenas de personas. La población enardecida protestó, quemó un campamento de la empresa eléctrica estatal y cerró una pista de aterrizaje".
Una clara muestra de que "vístanse de rojo o de amarillo, los saqueadores son exactamente los mismos. Válganse de discursos de izquierdas o de derechas, sus acciones van claramente encaminadas al expolio de nuestra riqueza".
Fuentes:
https://elpais.com/internacional/2018/12/09/colombia/1544382158_071264.htmlhttp://lapeste.org/2018/12/comunicado-de-migrantes-venezolanas-organizadas-en-el-sur-a-proposito-de-la-arremetida-militar-del-gobierno-venezolano-contra-la-comunidad-indigena-pemon/