18 :
Sin Nombre, firme junto a BaI@Casi al instante
: 16/04/19(mar)12:16:29
ID:vHKyHEqB0
En el año 1918, el anarquista italiano Luigi Fabbri, quizá una de las mentes más brillantes junto a Malatesta del movimiento libertario internacional, escribió un pequeño texto en extensión pero profundo en ideas con el título "Las influencias burguesas en el anarquismo". Lo que venía a concluir Fabbri era que la burguesía y el capitalismo había legado una imagen falsa del anarquismo y del anarquista que, en algunos casos, era asumida por algunos de esos anarquistas, sobre todo en lo relativo a la violencia. El anarquismo ni era violento, ni dinamitero. Que navegar contracorriente no era sinónimo de afán de destrucción como venía legando la imagen estereotipada del anarquismo.
Y es que el problema para Fabbri no era tanto que la burguesía legase esa imagen sino que la asumiesen como propia los anarquistas. Leyendo algunos comentarios en redes sociales en relación a lo sucedido en Notre Dame ayer por la tarde, te das cuenta lo acertado del análisis de Fabbri.
La catedral de Notre Dame es una joya del arte gótico, como las Pirámides de Egipto lo era de la cultura de los egipcios, los Zigurats mesopotámicos, el Taj Mahal en la India, etc. Como lo eran los Budas en Afganistán o la ciudad de Nimrud del antiguo Imperio Asirio de Asurbanipal II, hoy destruido.
Si algo legó el movimiento anarquista es la pasión por el arte y la cultura a sus militantes. Por eso cuando hacemos un repaso a las bibliotecas de los sindicatos y los centros obreros de cariz anarquista nos damos cuenta que junto a las más sesudas obras de política y filosofía, aparecían obras de historia, arte, ecología, etc., en ese afán de instrucción y de apego a la cultura material legada.
La imagen del anarquista quemaigleisas, violento y fuera de la realidad no fue más que un constructo histórico interesado por parte de la burguesía para desprestigiar un movimiento que se preocupó por la organización, los derechos sociales y la extensión popular de la cultura.
Parece que todos los anarquistas italianos se llamaban Luigi.
"El 10 de noviembre Luigi Lucheni fue condenado a cadena perpetua por asesinato con premeditación y alevosía. El mismo Lucheni exigió la pena de muerte con el fin de tener un último momento de protagonismo bajo la guillotina y agrandar, de esta manera, la lista de mártires del movimiento anarquista. Por eso Lucheni reclamó una extradición a Italia, ya que la pena de muerte en el lado de Ginebra estaba casi abolida. No recibió nunca respuesta a su petición. El 19 de octubre de 1910 se colgó en su celda con un cinturón."
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Sin Nombre, firme junto a BaI@Casi al instante
: 16/04/19(mar)14:02:19
ID:g17Raol10
>>12Esto mismo, difícilmente alguien de los que ahora se horroriza por esta catedral chistó aunque sea en una de las decenas de ocasiones en que han quemado y talado bosques nativos de flora y fauna endémica en el sur del mundo para construir parques eólicos o realizar monocultivos de especies foráneas que desfloran la tierra.
O para ir más allá aún, difícilmente se da el mismo escándalo mediático cuando oímos de la destrucción de algún edificio con igual significancia cultural para el medio oriente. O aún más allá, difícilmente se da el mismo escándalo cuando oímos de un bombardeo a una ciudad que no podemos pronunciar.
Esta no es una pérdida patrimonial de la humanidad. Es una pérdida para la cultura occidental hegemónica.