El Frenillo de la Muerte
una historia buena onda

Cuando chico le ponía tinca al tema multimedia cuando me pajeaba. Como no tenía computador, me las arreglaba con el televisor. Tenía marcados en minutos las partes de los VHS donde se podían grabar escenas de videoclips o comerciales donde saliesen tetas o camisetas mojadas. Cuando me quedaba a solas (que en realidad no era mucho tiempo), me sentaba a relajarme delante del televisor viendo los vídeos. En un momento de descuido mientras me manoseaba se me pasa la mano (literalmente) y siento un dolor punzante debajo del glande. Me miro la mano y noto que estaba sangrando.
Boner mode off.
Horror mode FUCKING ON.
me había roto el frenillo y estaba aterrado. Justo entonces llegan mi vieja, mi abuela y mi hermano chico como de 6 años. No atiné a nada mejor que hacer que contarle a mi vieja que tenía la marmota herida. Aquí es donde los recuerdos se me hacen difusos, así que no puedo recordar exactamente qué le inventé (o no inventé), pero sí recuerdo muy bien que pasé la vergüenza de que mi vieja y mi abuela me viesen el CHINKO sangrando.
Afortunadamente, no quedó cicatriz alguna. Actualmente, tengo un pene feísimo, pero sin ningun corte. De hecho, me puedo enorgullecer de no tener que ocupar lubricantes para pajearme de lo suelta que tengo la piel en ese sector, y me siento un puto acróbata de la masturbación. Aún así todavía recuerdo el horror...