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Trayendo a VIP siempre sonrisas( ´ ▽ ` )ノ
: 02/06/13(dom)20:25:57
Risas, juegos, discusiones. Miradas cargadas de todo y nada a la vez, en la cual nos fundimos en caricias, besos y demases.
Dormir juntos en los días extenuantes, abrazados bajo las sábanas, acurrucados si es que hace frío. Tomar desayuno en la cama los días libres mientras miramos algo en la televisión. Ducharnos juntos todos los días, intentando regular la temperatura del agua mientras cae y se escurre por nuestros cuerpos.
Cocinar juntos y jugar mientras el agua hierve, mientras el arroz se coce y la carne se asa en el horno. Y luego, en el momento en que pareciera no quedar nada más, nos encontramos en el calor del otro, arremolinándonos en la cama que ya había visto esto tantas veces, aquella que se mece junto con nosotros y que olvida que hacemos el amor todos los días sobre ella, para luego, cuando nuestros cuerpos sudorosos caen abrazados uno sobre el otro, albergarnos con su cobijo.
Y al igual que la cama, las paredes olvidan las discusiones, tanto las importantes como las que no, tanto las por detalles o problemas. Por eso es que, en vez de ser solo una casa, todo lo que hay dentro y lo conforma, logra un hogar lleno de calidez, al cual se puede ver como un refugio o como un ideal.
Y es que a veces, me parece ver mi silueta caminando por las frías calles del centro de Santiago, caminando presurosa por la calle y luego por el edificio, abriendo la puerta y viendote, sentado junto a la estufa, tocando guitarra o jugando Half Life, con nuestro futuro gato durmiendo a tu lado.
Me parece sentir la calidez de esos momentos, de tus labios contra los mios tan helados. Otras veces, veo como caminamos bajo los árboles en otoño, tomados de la mano, conversando sobre todo, sobre planes, sobre el pasado, sobre el hoy. Y otras me veo a mi, hace un tiempo, tratando de definir qué es lo que siento por ti con palabras haciendo millones de intentos sin resultado… pero ahora, cuando pienso en cómo definir lo que siento por ti, siento emoción, un tambor que no deja de golpear dentro de mi, siento el olor a café, escucho tus improvisaciones musicales, te escucho diciendome “te amo” ,
Veo tus ataques frikis, siento ese suave y sutil aróma que siempre llevas y que encuentro cada vez que te abrazo, incluso te veo viendo tus sitios de anónimos desde tu celular, y escucho mis propios deseos y sueños de querer pasar toda mi vida junto a ti, de poseer aquel hogar, de que seas mi esposo y el padre de mis hijos.
Entonces escucho la otra voz, que me dice que te amo más de lo que pense y planeé amar, que me informa que a cada segundo te amo más y más, que me susurra una pregunta que nunca antes respondí tan feliz, la cual es “¿Eres feliz?” a lo que sonrío y le digo firme que si. Entonces descubro que eres el gran amor de mi vida, y que todos esos detalles, todos los momentos que paso contigo definen el amor que siento por ti.
Es por eso que anhelo ser tu todo, ser lo que tú eres para mi y que desees crear ese hogar que sueño y que toco dentro de mi mente. Es por eso que no quiero a nadie más, y es por eso que quiero dar mi todo por conseguir lo que sueño.
Y es por todo esto que ahora mi camino, mi vida, es tu vida también.
Te amo.