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Sé de algunas personas que te crucificarían por hablar bien del aburguesamiento, pero te encuentro la razón. Aún así considero que debería ser el pueblo mismo el que decida su futuro. Si me preguntas a mí, dese un punto de vista reformista y democrata creo que el Estado debe fortalecerse en su rol de control sobre la economía y soltarse en lo que es control social sobre el peonaje, ¿cómo? permitiendo experimentos sociales (como en Dinamarca) y empoderando los gobiernos locales a través de asambleas populares que decidan qué proyectos consideran puedan ser convenientes para el desarrollo de su comunidad. De esa manera los habitantes locales pueden decidir qué clase de trabajos quieren, qué inversiones requieren, etc; el Estado se haría cargo de realizar esas medidas a través de los respectivos ministerios. Desde allí el salto hacia la colectivización de la propiedad de los lugares de trabajo es más corto que por la vía revolucionaria.