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Estamos hablando de un 15,03%. Eso no salva ni cagando a nadie. Y todos sabemos que al menos um 5% se va a diluir hacia Bachelet porque el voto de Ominami se hallaba en personas que son hijas de socialistas torturados y que temen a la izquierda bombero loco porque tienen el trauma de la dictadura pero tampoco quieren que les sigan metiendo el pico en el ojo, por lo cual votarán por cualquier cosa que no sea ni UDI ni izquierda bombero loco.
Lo único bueno que puedo sacar como resultado de esta elección es que tenemos la confirmación estadística de que la izquierda dura no es mayoría en Chile y por tanto es una estupidez plantear estrategias desde la fantasía de la mayoría. En otras palabras, Ariel "guatón paranoico" Zúñiga tenía razón (otra vez).