Es cuático cuando una minita megane kawaii te mira de reojo mientras devoras tu combo Bigmac agrandado en el metro y ella empiece a mover sus piernas de manera nerviosa mientras está pegada en su celular. La hubiera hecho mientras alucinaba, estábamos sentados frente a frente, vagón semi vacío y hediondo a ponche. Después de que ella saliera apresurada del vagón, me senté en su asiento y pude sentir el calor de su poto y espalda aún frescos e impregados ahí, se sintió tan comfy y triste a la vez. Quisiera acurrucarla y sentir sus manos pellizcando mis plieges mientras me dice que soy calientito y blandito, vida culiá cruel con los hombres horribles como yo.