Hoy iba en el metro y el vagón estaba relativamente lleno cuando se subió una mujer embarazada. Me excitan mucho las mujeres embarazadas, y ella tenía por lo menos 6 meses. Llevaba un vestido azul muy apretado y se le marcaban los calzones y el vientre se le veía gigante, así que no pude evitar tener una de las erecciones más violentas que he tenido en mi vida. Apenas subió la miré de reojo y me acomodé para ocultar la erección (que se notaba mucho por los pantalones que llevaba), y supongo que pensó que le quería ceder el asiento, así que me sonrió y se acercó. Eso no calmó la erección, sólo la empeoró. Cuando me paré todos se dieron cuenta y la cara de ella fue indescriptible. Al final tuve que bajarme casi corriendo en la siguiente estación, muerto de vergüenza. Lo peor es que ni siquiera puedo masturbarme pensando en esto, porque la vergüenza aún me la gana.