Ya no congenié con mis compañeros de curso, soy un solitario por naturaleza o estoy maldito. O la mayoría son puros pendejos y hueones alucinados.
Cuando se presentaban casi todos tenían un buen cargo en sus empresas, menos yo, el cesante de mierda que se masturba con lolicon.
Aunque lo bueno fue que pude conversar con la profesora que enseña algoritmos y aparte le peché un cigarro.

Y lo que más me da pena es que me reencontré con un conocido de la media, el cual molestábamos y nos reíamos de él a sus espaldas. Él es el único que me acompaña en clases, vueltas culiás de la vida. Lo más triste que estos hueones también no lo pescan y se rieron de él o el que más sabía le corregía de forma pedante.
Al final le presté mis apuntes para que estudiara.