Tu problema, que también es mi problema y básicamente el problema de todos en cierto punto de sus vidas, nace a partir de la necesidad que tiene el ser humano de trascender. Porque nos aterra la idea de morir, y en el fondo, vivir para siempre es un deseo que todos compartimos pese a que algunos no nieguen. Ese es su raciocinio hablando, pero si tuvieran la oportunidad de vivir para siempre, no creo que lo negarían. Prueba de esto es la religión: los hombres, tristes ante la idea de morir, crearon un sesgo en el que se convencieron de que después de esta vida existía otra eterna. De ahí nace la vida eterna que promete el budismo, el cristianismo, el judaísmo y casi todas las religiones monoteístas, de la necesidad que tiene el ser humano de trascender. Lamentablemente, si no eres creyente, te va a costar mucho convencerte de estas ideas, pero en mi opinión es mejor. De lo contrario no trascenderías, sólo te convencerías de que vas a trascender pero sólo sería vivir engañado para morir feliz (lo cual está bien para algunos). Pero hay otras maneras de trascender. Dejando un legado en tu obra terrenal, como hacen algunos filósofos por ejemplo. Sócrates y Séneca aceptaron la muerte y quizá la idea de que dejaron una huella tan grande con su filosofía que nunca serían olvidados les ayudó a aceptarlo. Tal vez deberías ser como ellos, intentar prepararte para el día en que mueras, y mientras tanto, hacer lo que más te gusta pero hacerlo bien, para que cuando después que mueras la gente te recuerde y así puedas trascender en el tiempo.