Tengo miedo, Vipper.
Ayer podría jurar que un hueón en la U me empezó a gritar hueás como encarándome por algo, pero no estoy seguro. Había una amiga como discutiendo con un hueón en la salida de la facultad y al pasar al lado de ella me despedí sin acercarme mucho porque qué paja pero parece que el culiao se enrolló o algo porque pasando por fuera de la U sentí que alguien me gritaba una hueá entero enojado, o igual puede ser que me lo haya imaginado porque no escuché muy bien y no quise pescar porque estaba muy metido en mis hueás. O también puede que haya sido el pololo de una amiga que me tiene cualquier mala porque me la jotié sin saber que estaba pololeando hace más tiempo que la chucha; el hueón se enteró, me intentó hacer un show en una previa de carrete y me empezó a gritar hueás para que lo mirara.
Por la chucha, Vipper. Estoy entero paranoico; en volá ni me estaban gritando a mí ayer o en volá ni siquiera gritaron y me estoy pasando las medias teles.