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El caso de los sueño eróticos es una pesadilla cuando dejas el porno y recomiendo no dormir con ropa interior apretada a menos que quieras despertar mojado y con olor a pescado.

Por cierto, mi caso respecto a esto es mucho peor. Mis sueños húmedos normalmente vienen acompañados de sueños lúcidos. Tener la voluntad para conscientemente decirle que no a lo súcubos más voluptuosos que tus sueños pueden recrear es bastante difícil. Algunas veces, sabiendo que voy a terminar todo manchado le pongo igual porque la tentación es mucha. En otras ocasiones me pongo a recorrer como hueón donde me encuentre en mi sueño sólo para buscar mujeres a las cuales ponerles oniricamente del bueno.

Recuerdo una vez que me encontraba despierto en unos de mis sueño. Estaba en una calle con varias casas y me puse a ejercer dicha tarea de encontrar una mujer. De pronto veo a una fémina de unos 25-28 años llamándome desde una puerta. Me dirijo corriendo con la maldad en mis pantalones como si sus ademanes fueran el canto de una sirena, el asfalto la marea y yo el marino perdido de razón. Cuando entro la casa esta se reduce a una sola pieza y en aquella me encuentro a 3 mujeres acostadas en una cama. La que me había llamado anteriormente, una adolescente de unos 18-20 y la otra una lo-, menor de no más de 15-16 años. Las tres abrazadas, desnudas sobre sábanas blancas. En posición fetal, complementándose como piezas de un rompecabezas, aquellas tres rozaban sus manos sobre los hombros de la otra. De alguna forma podía sentir su suavidad como si su mera presencia tocara mi rostro. La tentación me ganó y comencé mi tarea. Mientras lo hacía, la menor pone sus pies sobre mi entrepierna. Ese sólo hecho me hizo perder la razón. A los 2 segundos ya había despertado, con mi amigo aún expulsando la energía vital que aquellas 3 súcubos me robaron aquella noche.