La industria del animé echó a perder las mentes de toda una generación. La razón por la que de vez en cuando aparecen mensajes del tipo "todas las mujeres son unas putas baldes de semen" acompañados de "quiero mi cutie para regalonear" es porque el animé les lava el cerebro a los ilusos y los lleva a creer que todas las mujeres son como las pinta el animé: tontas, con voz de pito y básicamente personajes vacíos sin pensamientos ni motivaciones complejas más que desear al personaje que es aburrido, que es amargado y que es frío y analizador. Pero este tipo de situaciones son producto de un intensivo plan de marketing para que los ilusos se identifiquen con la posición del personaje beta y sigan consumiendo. Esta de hecho es sólo una caricaturización misógina de lo que realmente son las mujeres. Pero la industria lo sabe. Y también sabe que mientras hayan personas que no se relacionan con mujeres en la vida real, estos creerán que hay una "cutie" como las del animé en alguna parte del mundo esperando por ellos. Y así ellos seguirán consumiendo.

Una de las formas más bajas de atrapar a los ilusos entre las redes del capitalismo.