Fíjense cómo son las cosas. Todos nacemos con estrella y otros nacemos estrellados. Recuerdo cuando cabro chico que era ninguna niña me quería por: sino porque decían que era feo, sino era porque tenía una personalidad de mierda o un "beta" que no producía ningún interés por las niñas.
Y ahora que soy adulto, recuerdo todo eso, me doy cuenta cómo fui y lo reconozco. Todo lo que he cargado a lo largo de mi corta vida. Niñez, pubertad y adolescencia. Y ahora que soy adulto sigo estando en la misma situación. Un círculo vicioso de la cual nunca saldré aunque esté consiente de mi problema, quiera cambiar y me lo proponga. Un triste guatón que si, no será virgen toda su vida, morirá sólo y abandonado. Que mientras escribo estos renglones piense que al aceptar todo esto me venga a "salvar" una cutie, tengamos un amorío, nos casemos, tengamos hijos y viviremos el resto de nuestros días felices.