"En sus humildes orígenes, (pequeños grupos pueblerinos con no más de diez o quince miembros activos permaneciendo así por muchos años), la iglesia evangélica tenía una “misión Divina”, que se reflejaba en su lema del cual se puede decir que hicieron una profecía, “El Salvador para Cristo”. Siendo así la iglesia evangélica creció abrumadoramente en los años ochenta, lo cual tiene su explicación de acuerdo a las circunstancias de esos años, las cuales se plantean a continuación.
A comienzos de la década de los 80’s, las grandes masas de la población vieron sus esperanzas frustradas en los levantamientos populares, pero sobre todo por el vacío o falta de liderazgo que dejo la muerte de Monseñor Romero dentro de la iglesia católica. La frustración se acentuó con la denominada “Guerra popular prolongada” y la brutal represión militar de esos años, así como el caos que toda guerra genera en la economía de un país de por sí pobre. Todo esto terminó intimidando y cansando a la población, obligándola a buscar otros caminos que le aliviaran tal desesperación. Esto, dentro de la población que se quedó en el país, ya sea porque lo decidió así o porque no pudo emigrar.
Para nadie es un secreto que durante la década de los años ochenta el capital norteamericano fluyo como “Ríos de agua viva” hacia Centroamérica, y especialmente para las iglesias evangélicas de El Salvador, Guatemala y Nicaragua. Esto ha sido interpretado por algunos como un contrapeso ideológico patrocinado por parte de la Casa Blanca y particularmente de la CIA, contra la teología de la liberación predicada por un sector de la iglesia católica. Ésta por anunciar a un Cristo que hace opción por los pobres, tocaba según los paranoicos gobernantes anticomunistas norteamericanos, intereses estadounidenses y afectaba directamente a los burgueses locales. El caso es que antes de la guerra había en El Salvador una iglesia evangélica carente de recursos y de infraestructura, así como también un lugar donde los misioneros podían venir a hacer su labor. Sin embargo, en el trascurso de la guerra y gracias a los señores Swagart, Pat Robertson y Billy Graham, (todos vinculados a la Christinan Right los principales representantes de la teología más conservadora de EUA, y por lo tanto los más allegados al partido republicano y a sus políticas en esa época y en la actual) la iglesia evangélica creció muchísimo. Claro está, por medio de masivas campañas evangelísticas, y bajo el beneplácito de la oligarquía y de los militares en el poder. Luego posterior a los acuerdos de paz, tenemos una iglesia evangélica con gran cantidad de recursos; aparecen constantemente en todos los medios de comunicación, ya sea alquilando espacios o utilizando sus propios medios radiales, televisivos e impresos, y con una gran infraestructura, que incluye colegios, centros de estudios teológicos, y enormes templos que todos los domingos se llenan más que los establecimientos deportivos. Y por si fuera poco, ahora los misioneros ya no vienen a El Salvador, sino que salen de aquí a otros países, que están necesitados de esta 'gran bendición que tenemos aquí"
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