>>1Lo que encuentro penoso es que esas rrss se vuelven el sitio donde se rinde cuenta de los deberes de la presión social, como el deber de mostrar éxitos, el deber de expresar alegría y cosas así. Por otro lado, una analogía con unas localidad urbanas hace del Facebook en particular tener la estructura de una población callampa: todo lo que uno diga lo escuchan otros y lo dice para que lo escuchen todos, cahuineo, promover «escribir en muros», exhibicionismo, mostrar la hilacha dándoselas de artista con cosas banales y baratas, etc. La vigilancia masiva no es paranoia, es la característica particular de la página y que le da su valor. Las redes sociales parten acaso de la idea nefasta del intento de hacer reductos «compactos» del internet dentro del internet. O sea, te juntan todo lo que se cree posible recreativamente en una sola página (subir multimedia, escribir, anotar un perfil propio, etc.) y te venden el cuento de que «es una red social», entonces todos lo que alguna vez soñaron «usar el internet como Dios manda» se ponen indiscretamente a subir imágenes personales siguiendo la lógica que aquella misma propuesta supone y es que su reduccionismo postula la concepción de un usuario deseante del uso, supuestamente, del internet, como un monito cuya guinda de la torta de la historia del progreso de la civilización consiste en apretar dos botones literalmente tiritando un poco el dedo índice para subir una foto personal y escribir consignas. Las rrss no son más que eso, una post propuesta de reduccionismo del uso del internet, a las masas, que responden como monos pavlovianos.
>>7Nidito todo lo que me raja el ano.