Después de mi último viaje en psilocibina, empezar mi tratamiento de pastillas y dejar el alcohol junto con el cigarro. El frío junto con beber un café descafeinado hicieron que saliera a la calle a comprar un par de cigarros sueltos, hace tiempo que no disfrutaba algo tan destructivo como la nicotina. Lo bueno que mi fortaleza mental me impidió que gastara plata en alcohol, eso es algo bueno. Creo que estoy domando a uno de mis demonios internos.