Estoy haciendo mi práctica laboral en un instituto profesional, los perros bastardos no me han pagado absolutamente nada.

Llego muy contento y me dice personal de recursos humanos "Hey baisa, ¿nos vas a apoyar en esta jornada solidaria? uno de nuestros compañeros está pasando un mal momento económico". Le respondo que claramente voy a ayudar a la causa. Mirarme los bolsillos y no tener ni siquiera una moneda. Verme las zapatillas, tenerlas rotas porque no tengo plata para venir a trabajar en micro ni mucho menos para comprarme otros zapatos.

Si te soy sincero baisini, por un momento me sentí feliz de que alguien de recursos humanos esté pasando por un momento no grato, lo bueno es que su gente le va a ayudar. Lástima que la ayuda, empatía y "solidaridad" no aplique para todo el mundo.