Por lo general, siendo huraño y autista, soy amable con la gente en situaciones específicas. Lo más amable que he hecho, fue una vez que ayudé a un viejo en semi estado de indigencia que estaba en silla de ruedas (Lo más probable era que estaba pidiendo plata para tomar) a punto de volcarse entre la cuneta y una calle concurrida, paré una micro y nos subimos para llegar a una estación de metro cercana. Después de un rato conversando, el viejo se acordó donde estaba y me dio las coordenadas para ir a dejarlo a su casa que no estaba muy lejos, yo venía de la casa de un amigo y estaba volado y un poco borracho. No sé de donde saqué la personalidad y la fuerza para llevarlo a su hogar y luego irme de vuelta a la mía sin que me cogotearan porque ya era tarde.
Creo que soy un imán de tatas y señoras que se pierden en la calle, ya que no es la primera vez que me pasa.