Gracias. Desde el diván sufro alucinaciones. A veces el botón de submit no funciona. Entonces recuerdo que estoy en BaI Móvil y que es similar a lo que sucede con la versión no-móvil. Tal vez aparece un fatídico "Proxy prohibido". Suele suceder cuando está la página inactiva antes de realizar el POST. Tal vez una medida antispam, no una medida contra CSRF, tal vez simplemente hay un timeout que no permite POST si no ha habido GET previamente o lo que sea, no he revisado el código.

Tras la primera sesión regresando al diván de terapia, observo cómo la página, imitando a la web 1.0 mediante el uso de XHTML 1.0 tradicional, utiliza atributos no definidos en ningún namespace XML definido, que parece que vienen de HTML de la era WHATWG. Escalofríos recorren el cuerpo al ver cosas extrañas como data-bss como atributo, el uso del atributo no válido placeholder, u obviar cols en los textareas, cuando es requerido en XHTML. Sudores fríos recorren al ver sufrir al validador en BaI móvil.

El dilema es si hoy en día tiene algún sentido mantener dos versiones web, si la versión "desktop" podría funcionar mejor en móvil con muy pocos cambios en CSS y dedicar el tiempo de mantenimiento a otras cosas. Esto corroe las entrañas por el sufrimiento que pueda causar a los devs y parte del staff, facilitando la interacción. Reducir el uso innecesario de JavaScript también sería una gran virtud que beneficiaría en navegadores de dispositivos móviles con CPUs de bajo consumo. El uso de menús emergentes que se basen en :target permite estados persistentes navegables hacia atrás sin una sola gota de JS.

El tiempo ahorrado en no tener que mantener JS facilitaría la depuración del resto de aspectos, como lo bugs en el backend Python. También permitiría utilizar CSP bloqueando cosas inline, reduciendo prácticamente a cero la posibilidad de ataques XSS, entre otros. La pesadilla moderna que viene a la cabeza al entrar en OWASP y ver el montón de cosas que podrían evitarse con buenas prácticas que por el legado que arrastran desde la web 1.0 tienen solución real, es notable.

Gracias a mis terapeutas por permitir la participación. Un afectuoso y cálido saludo a sus señorías.

reportalo en el hilo de weabot, sonso

que tipo de terapia? voy a escribir loque entendi que quiere el post.
Estoy constantemente fantaseando con gente que no veo desde que empezo la cuarentena, amigos que despues de tanto tiempo sin contacto me deprimo pensando de que nada seguira igual y que me convertire en una version de is padres o de adultos en general que solo tienen a la familia para preocuparse, no hay vida social, me pregunto si existira un adulto funcional que tengo cosas de las cuales emocionarse y estar con ganas de vivir, como que siento que todo este sentir socuro, ailado y depresivo seguira aumentando con el tiempo, los dias son dolorosos cuando no hay urgencias y la anodinia te golpea

El estoicismo a lo gringo me deprime. Causa el efecto contrario a mi persona, que no necesariamente se extrapole a otras. Irónicamente, aunque curioso pero inútil, gringo y griego solo distan una letra, y aunque la fuente de su crisol intelectual y orden social se benefició gracias a formas de esclavitud, se parecen poco. Y el estoicismo y el wishful thinking no iban a ser menos. A pesar de que el pensamiento mágico basado en mitos es relativamente compartido, el estilo gringo se basa más en "símplemente ponte bien", escondiendo bajo la alfombra cualquier contexto y esfuerzo de empatía en comprender que las adversidades no desaparecen cerrando los ojos y cantando en voz alta. Apliquemos aquí un poco de su medicina y pasa de los gringos. Su falta de sistema médico universal y extremadamente caro e ineficiente, lejano a los principios griegos de la ética hipocrática les lleva a estas decisiones de bajo presupuesto y a una incapacidad individual para resolver un problema colectivo como resultado, que dista mucho del estoicismo por definición.

Melancolía por tiempos cibernéticos mejores, parte I.

El fascismo intelectual de la clase política. Olvidamos que por muchos años fueron uno de los temas prohibidos en muchos grupos en la red de redes. Las guerras de llamas saboteaban las discusiones y desviaban el tema y viciaban el ambiente con humo tóxico. Ahora precidamente se usa mucho esa palabra para señalar individuos como fuentes del problema cuando se trata de un problema colectivo. Recordando las viejas normas, lejos de los siniestros "códigos de conducta", eran simples y claras: los temas que causen problemas de convivencia en muchos sitios de discusión no orientados específicamente para ello quedan prohibidos en el grupo. Estos convierten a las personas y sacan a relucir la cara más fanática e irracional de la persona, a destacar: política, religión y público deportivo. Este último se va reemplazando rápidamente con el mundo de los videojuegos, que se convierte en otra olla de grillos social que nadie podría haber esperado que sucediera, aunque en algunas sociedades llegan a las manos en otros temas como farándula, la situación todavía no ha causado estragos.

Segmentar las temáticas y que no tiemble el pulso en proponer políticas de grupo específicas para ese grupo en particular, ni te vuelve elitista, ni conspirador, ni judío, ni masón, o el comodín político de moda: ni fascista. Todo es fascismo. Nada es fascismo. Con el fascismo no se negocia, se le destruye (con más fascismo). Como colofón, no aceptes códigos de conducta de terceros: diles que la política no se toca en ese grupo.