Romance entre niña gitana y hombre de +25

Todas las mañanas tengo que tomar el tren en hora punta y es terrible porque, en un carro con capacidad para veinticinco personas generalmente se suben más de cincuenta. Entonces tienes que doblar tu torso, girar un poco la cabeza y sentir como cada parte de tu cuerpo va apretada con alguien más. Y a veces pienso que si tiras tu codo para atrás con la suficiente fuerza podrías hacer que alguien se desmaye. Cualquiera pierde su dignidad en este tipo de viajes, y es difícil pensar en cosas agradables cuando vas viajando como ganado, literalmente.

El otro día iba muy atrasado al trabajo, bajando las escaleras algo apurado para tomar el tren. Generalmente tienes que dejar pasar dos o tres trenes antes de recién poder subirte a uno, empujando a la multitud, así que cada segundo es clave. En eso escucho a una persona detrás de mí que venía dando saltos por las escaleras, y al pasar por mi lado me pegó un empujón que casi me hace caer veinte escalones abajo. Iba a decirle algo, como "ten cuidado" o algo así, pero no hizo falta, porque cuando levanté la cabeza me di cuenta de que había empujado a casi todos los demás y varios se habían molestado mucho. Al principio sentí algo de enojo, pero al final no pude evitar sonreír y luego reírme cuando vi como esta persona se perdía en el andén empujando a más y más personas.
Cuando por fin bajé al andén empecé a caminar hacia los extremos en busca de un lugar que no estuviera muy lleno para poder subir rápido al tren cuando llegara. En eso vi a esta persona de la que hablaba parada de espalda, asomando la cabeza al túnel ocasionalmente para ver si acaso venía el tren. Me puse a su lado y aclaré un poco la garganta para intentar llamar su atención. Disimulando, miré al túnel yo también e intenté observarla por el rabillo del ojo. Era considerablemente más baja que yo así que no pude verla muy bien, y lamentablemente soy muy tímido como para clavarle la mirada a alguien así sin más. Cuando llegó el tren, lleno a más no poder, intenté subirme empujando a la multitud con la mochila, pero simplemente no cabía más gente. Entonces, como un reflejo, sentí algo de tristeza al pensar que tal vez esta persona sí había logrado subir y yo no, así que miré para ambos lados buscándola, pero ella ya no estaba allí. Miré adentro del carro, por si acaso, pero tampoco estaba. Tuve una sensación similar a cuando te das cuenta de que se te cayó algo en la calle y no lo puedes encontrar, pero luego te resignas y sigues tu camino pensando en otra cosa.

A los tres minutos llegó el siguiente tren, considerablemente más vacío, mientras tanto yo ya casi me había olvidado a esta persona. Sin embargo, cuando el tren se detuvo ante mí pude ver a través del reflejo en las ventanas de la puerta que detrás de mí había una figura inquieta, algo más baja que yo. Me subí al carro y esta persona se situó a mi lado, mientras ambos mirábamos en direcciones opuestas. Sólo cuando el tren entró al túnel dirigí mi mirada a los vidrios de la puerta para ver a esta persona, que me llegaba a los hombros y poco más. Era un poco más joven que yo, tal vez una mujer con aspecto de niña, de piel morena, pantalones cortos, una blusa azul y un sombrero blanco colgando de su bolso. No pude discernir bien los rasgos de su rostro porque el vidrio se veía oscuro en el túnel, pero aún así nuestras miradas se cruzaron en el vidrio un par de veces.
Gradualmente el carro se fue llenando y el espacio se redujo considerablemente. De nuevo sentí como perdía mi dignidad entre el ganado de gente y los pensamientos negativos comenzaban a florecer. Mi jefe ya debía estar preguntando por mí, y seguramente iba a tener que hacer horas extras por haber llegado tarde toda la semana. Mientras me angustiaba entre este y otros pensamientos, la niña morena apoyó su cabeza levemente en mi hombro para buscar algo en su bolso. Miré por el reflejo, algo confundido, pero me imaginé que lo hizo por lo lleno que estaba el carro. Un par de segundos después, sin embargo, se acomodó y se acercó un poco, apretando su brazo contra el mío. En este punto me estaba mirando fijo por el cristal, invitándome con la mirada a hacer lo mismo. La miré un instante, y pensé que se había dado cuenta por la expresión de mi rostro de lo triste que estaba, así que moví mi brazo sutilmente y lo acomodé entre el suyo, mirando en otra dirección. Cualquiera que se hubiera subido al tren habría pensado que nos conocíamos muy bien, y sin embargo yo no sabía ni siquiera su nombre. No es que hiciera falta, tampoco. Y durante un par de estaciones, en ese trance mágico, comencé a sentirme mejor poco a poco.

Cuando llegué a mi destino me agaché para recoger la mochila y ella quitó su cabeza de mi hombro rápidamente. Cuando el tren se detuvo, giró la cabeza en otra dirección, y me pareció que aún sonreía. Entonces sentí que haberle dicho cualquier otra cosa además de "gracias" hubiera estado de más, así que me limité a bajar del tren y salir de la estación, camino a mi trabajo, con una actitud un poco más optimista frente a la vida.

Tu vieja en four

Niño gordo se plantea matar a Jorge Zabaleta

>>3
He sido expuesto a tanta información sobre pornografía infantil que siempre que miro niños jugar termino por preguntarme si estaré pareciendo un pedófilo. Lo peor de esta inseguridad es que ni siquiera me calientan los niños, tengo fetiches con MILFs y me encantan las tetas hiperdesarrolladas; no hay nada que me caliente menos que una mina flaca, y sin embargo no puedo evitar embobarme con los meneos que mi vecinita hace cuando se baña en la piscina. Me puse a leer Lolita para ver qué tanto rollo pero no fue para mí, demasiado inmoral. Lo peor es que esta niñita es tan lasciva como su mamá, que no la he visto más de un año sin quedarse embarazada del inútil que llaman jefe de hogar en esa pocilga que tienen por hogar esos pobres niñitos, es sólo natural que yo me preocupe por el bienestar de tan delicadas criaturas, no quisiera tener que verlos pidiendo plata en la calle, asustados del futuro como si fueran niños grandes. No, aun son pequeñines, tiernas criaturas que le pueden iluminar el día a cualquiera con el perfume de su risa, un perfume tan rubio como los ojitos de mi Cassandra.

Desde hace unos meses comenzamos una relación puramente platónica, yo llego de la universidad y me recibe cerca del paradero junto a sus hermanos, quienes me saludan de forma afectuosa para luego dejarnos a solas. Me encamina hasta mi casa mientras jugueteamos, tomamos once y vemos monitos. Mi papá cree que soy un buen vecino pero mi mamá ya ha comenzado a meter la cuchara con comentarios sobre el excesivo cariño que me tiene este angelito nacido en mala hora entre la ceniza de sus padres. La Sandra está toa enamoradiza contigo, si vierai como te mira. Se te queda mirando así, con los ojitos brillositos, mientras tú ordenai la mesa. Claro que mi madre no es la única que se fija en esas cosas, puesto que así como soy conciente del brillito de esos faroles de amor, también noto el recelo que hay en sus padres cuando la voy a dejar a su casa, muy a pesar mío. Ya anda a costarte que tan toos tus hermanos durmiendo, y laate el pelo que lo tenis too cochino. Nos vemos vecino, aer si un día de estos viene uste a comer mejor, así esta mañosa deja de roarle pan. Obviamente no quiero pasar a ese hacinamiento que tienen por vivienda ni mucho menos tratar el delicado tema del robo, sabiendo en qué se desempeñan mis queridísimos y poco suspicaces suegros, por lo que no gracias vecino, pero pa cuando celebren un cumpleaños me van a tener por acá bolseando bebida. Ajajá ahí sí que me gustaste weón; ESCUCHASTE O NO SONIA? VAI A TENER QUE PONERTE PA CELEBRARLE EL CUMPLEAÑOS A LA NIÑA. Bueno vecino yo ya me voy. Ya, cuidao en la ñache que a esta hora es remalo. Ya, gracias.

De aquí a cinco años, te juro que no más.

"¡Ahhhhhhhh, estoy harto del puto canto de esas ballenas conchudas!", esa fue la configuración y el orden preciso de las palabras que Steephen Sebastian, un auto exiliado norteamericano del estado de Texas, eligió casi involuntariamente, mediante el pensamiento, y tal como suena las pensó. Pero no es que las pensó como quién piensa en ir a comprar pan, o que necesita cortarse las uñas, sino que lo pensó con tal fuerza, que podría decirse sonó como un leve murmullo, que a primeras puede parecer cualquier cosa, pero si pensamos que se trata del pensamiento y que, damos fe, no utilizó ninguna de sus cuerdas vocales ni movió músculo alguno, podemos decir es un gran logro "sonoro" para un pensamiento. El mismo fue tan pero tan fuerte, que hasta casi lo interrumpe en la labor en la cual estuvo dedicando con esmero desde el comienzo del día, procrastinar.

Lo curioso de la procrastinación de Sebastian es que no tenía ningún objetivo, ni trabajo, ni labor que cumplir, ya sean impuestas por una fuerza mayor, como el Estado, una necesidad, la familia, entre otras, como autoimpuesta, en búsqueda de una realización personal o no aburrirse siquiera. Nada. Nada de nada, de la puta nada. Solo nada, y a la vez todo, puesto que era todo lo que hacía en sus días, nada de nada, los llenaba de nada y al final del día no recordaba nada de lo que había hecho, así de insustancisosa era la vida de Sebastian. En todo caso, sus amigos llegaron a la conclusión que la procrastinación era para con la vida misma, era algo así como despertarse y decir: “uhhh, tengo que vivir, pero mejor si me hago el gil seguro pasa y no pase nada, después lo hago en un tirón, total se hace en nada, ¿no?”, y eso solo es una mera descripción de lo desesperante que llegaba a ser la vida para el pobre de Sebastian.

Pobre, lo que se dice materialmente al menos, distaba mucho para dar una descripción de la calidad de vida de Sebastian. Vivía en un loft en pleno centro de la ciudad, ciudad que por cierto apenas y conocía debido a lo poco que dejaba su casa, o siendo más específicos su sillón favorito, el del living, podría decirse era como su estación central, su centro de control. Sentado en su sillón se le pasaba la vida, según él mismo, alguna que vez que fue indagado, contestó con un tono de orgullo juguetón, zumbón: “Vieja, yo desde aquí muevo los hilos de esta ciudad, mi vida me queda chica, así que en vez de llevarme, como el resto de los mortales lo hace, me dejo en automático y sigo, en cambio la ciudad, sí, bien sabemos que podría moverse sola, no somos boludos, pero es mejor si alguien mete mano ahí y hace un poco de las suyas, sin valoraciones morales, solo mover un hilito aquí, un hilito allá y así estas siendo participe de algo mas grande que la simple vida de uno, mira que bodrio, solo la de uno, en cambio, una ciudad... Loco, ¿podes dimensionar lo que es eso? No, vos no tenes ni idea lo que es. Pero vos tranquilo, que para estamos, somos pocos, pero damos nuestra vida por la vida de los otros. Si fuera religioso me atrevería a decirte que somos los mejores cristianos, la gente como nosotros digo, porque no solo damos todo de nosotros mismos, sino que siempre damos la otra mejilla, para el prójimo, marcas?” Aunque en su vida real, o al menos desde la mirada “objetiva” de afuera, no hacía mucho más que pasarse sentado en su sillón, aunque tampoco era raro verlo recostado o durmiendo una siesta, oiga, que no por nada era su sillón favorito. En promedio pasaba gran parte de su día ahí, solo estaba ahí tirado sin hacer cosa alguna, y por cosa alguna nos referimos a acciones “pasivas”, como tener música de fondo, un televisor o la radio. Nada. Al menos la mayor parte del tiempo, ya que en ciertos momentos de su vida efectuaba actividades algo cotidianas, aunque por lo general cuando recibía visitas, de las visitas de sus allegados cabe aclarar. Por lo general, muy a su pesar, estos hacían andar sus diversos aparatos por el lapso de tiempo que durase el encuentro, así sea para tenerlo de fondo durante la conversación, como si ya el hecho de conversar no fuera bastante forzoso. También tenía otro tipo de visitas, las denominadas visitas técnicas, como les llamaba él mismo, en el cuál venían diversos empleados de muy diversos oficios a realizar todas las labores del hogar. No solo es que le hacían la comida y realizaban la limpieza y paulatinos arreglos técnicos y electrónicos que pudieran surgir, sino que tenia hasta contadores y becarios que se encargaban de todas sus cuentas y manejaban todo el dinero, Sebatian siquiera es consiente de cuanto dinero dispone mes a mes. Sebastian siquiera es consiente de como es que surge el dinero, es tan solo algo que le parece tan complejo de encarar que nunca tuvo la osadía ni la energía suficiente como para tratar un tema como ese, por lo que se contenta con saber que no tiene más que mantener a su contador cerca para saber, de un modo simple, monosílabo, como andan las finanzas del hogar: “bien” o “mal”. Pero no recuerda que alguna vez haya salido algo verdaderamente mal como para que la gravedad del asunto requiera que el balance sea “mal”, por lo que optó por suprimir no solo la palabra “mal”, sino la misma situación de algo “mal”, así al reducir tiene que hacer mucho menor trabajo de pensamiento y es este más directo y por ende, se espera, efectivo.

Una cierta tarde una amiga suya fue a visitarlo, hacía tiempo que no lo veía y según aclaro ni bien llego a la morada, “Ayyy Sebas, estaba preocupada por tu integridad física y mental y quería hacerte una visita y ver que todo ande bien”, tales fueron las palabras de la susodicha, casi sin error, con riesgo de una coma o una entonación mal citada. Sebastian la miró y se rió, le dijo que le disculpe que no se parase a saludarla, que se había propuesto estar dos días sin moverse ni para ir al baño, algo que la mente puede controlar la materia, según dijo, pero la verdad que parecía una mentira mal mentida, como si faltasen ganas de hacer creer al otro la falacia, más que si el otro fuera un incauto. Su amiga no se inmutó, al parecer son allegados de hace tiempo. Como era de esperar, se queja del silencio imperante del salón y prende no solo el equipo de música, sino que el televisor también, “para tener idea de lo que está pasando en el país”, según justifica ella. Sebastian se siente abrumado ante tanto estímulo, por lo que agradece notar que ella le alcanza una copa con vino en ella, y con gusto se toma la copa de un sorbo, o un sorbazo mejor dicho. Habiendo ingerido la bebida ya se siente capaz de cualquier cosa, salvo casi cualquier cosa, que no haría ni en pedo. Ya envalentonado por el pasar de las horas y las copas, ella le propone a él que realice algo nuevo, que se anime a la experimentación, Sebastian le informa que siempre y cuando no deba sacar el culo del sillón, que no tiene ningún problema, indica además ser de mente abierta. Ella se levanta suavemente y se dirige al equipo, y habiendo extraído un cd-room de su bolso lo pone en el equipo, el cual tras un breve intervalo de lectura comienza a sonar.

Cont...



Auuuu auuuuu auuuuu…. Cla cla cla cl cal calclalcl acllcal… BloBBbbbbB!!!!

Cantos de ballenas inundan toda la sala, y gracias al costoso sistema de sonido, que su contador había hecho instalar, el sonido era tan perfecto que daba la sensación de estar el mar, flotando en un montón de agua rodeado de ballenas. Acercándose nuevamente a los sillones ella dijo casi seguro algo como “ayy Sebas, no sabes la tranquilidad que siente una cuando viene a verte, es para bajar un cambio”, y acto seguido se sentó al lado de Sebastian, en su sillón favorito, apoyo su cabeza en su pecho y casi instantáneamente se durmió. Ufff, pensaba Sebastian, nada mas espero que el canto de esos bichos sea conciso. Pero no lo fue, pasada la hora Sebastian tuvo un pensamiento muy fuerte de como odiaba el canto de las ballenas “conchudas”, y fue en ese momento que se dio cuenta que debía gritar, que sí tenía una boca, pero que no lo haría de todos modos, no valía la pena.

>>5
Fue en ese momento que Bill Stuart se lamentó no haber prestado atención en clases de español de la Señorita López de Tenga, pero es que, ¿quién hubiera podido reprocharle tal actitud? Es sabido que el idioma de los frijoleros solo les compete a los frijoleros y a aquellos gendarmes que deben cumplir servicio en la frontera; pero si uno se considera mínimamente digno, entiéndase este cóctel como hombre blanco protestante y republicano, el simple hecho de simpatizar con los bananeros (aplicable a tantas otras frutas tropicales, por ende peyorativas) era un impensable. O más bien, si corregimos lo de “no pensable”, era algo que uno podría llegar a pensar, eso es un hecho, es comprobable y lo aceptamos; debido a esta posibilidad comprobable podía llegar el caso que uno se atreva a pensarlo, entonces lo más sensato radicaba en tomarlo como un desliz de la juventud, una mera rebeldía, no como algo que quedaría impregnado en el ser para el devenir de la vida misma ya que esto equivaldría a cavar un foso, el mismo foso donde uno, una vez llegada la hora final de la vida misma, habitará durante el proceso de transmutación a biomasa.

Fue por una de esas ocurrencias del destino, cuando este se aburre de la monotoneidad de la rutina y harto de esperar interfiere en un momento crítico, que su GPS le marcó por error la dirección de un barrio de maracuyeros, normalmente marcado bajo la etiqueta de peligro, en vez de la dirección del vecindario donde residen sus suegros. Cuando Bill se dió cuenta de la zona a la cual se había adentrado, ya era demasiado tarde. Bill comenzó a sudar helado, nunca en su vida había visto tal cantidad de (con permiso del censor) latinos y niggers, tal crisol le generó un revoltijo en el estómago, el cual casi ocasiona que vomite el desayuno sobre el asiento del acompañante, el cual por esas cosas del destino, en este caso del destino benevolente, iba vacío. Bill frenó tras un semáforo que acababa de tornar en rojo, lo tomó como una oportunidad para reparar el aparato infernal, era su única oportunidad de abandonar tal circo de lo inmundo sin tener que interactuar con esos pérfidos habitantes, que por otro lado, no había forma de saber si estos eran hostiles o no.

De un momento al otro, el semáforo torno a verde y los segundos pasaban, pero Bill estaba absorto en su tarea. Una orquesta del todo cacofonica lo interrumpió, los autos que esperaban tras de él en la fila tocaban en simultáneo, pero curiosamente, la armonía brillaba por su ausencia. El semáforo no tardaría en cambiar de nuevo a rojo y estos individuos en sus rústicas naves de metal comenzaron a exasperarse, los gritos y los arrebatos hacia Bill casi lo dejan sin aliento. “¡Vamos gringo culiao!” “Ehhhhh ura! ¡¿Qué espera’ una invitación?!” “¡Pero la reconcha de tu viejo gringo forro! ¿Qué no ves que esta en verde, la concha de Dios?!”

Con cada grito, que apenas podía comprender, Bill desesperado les gritaba: “I can’t move! I swear it, i can’t!”

Los segundos pasaban cada vez más y más lento, inversamente proporcional a como los arrebatos en contra de Bill, que iban en fuerte aumento. Algunos individuos, los más encolerizados, bajaron de sus naves, tanto las de cuatro ruedas como las de dos, y comenzaron a golpear el auto de Bill, mientras no paraban sus improperios, sino al contrario estos subían en intensidad. “¡Ehhh gringo culiao! ¡Meta, que tenemo’ que ir a laburar!” Manotazo en el capó. “¡Gringo forro y la concha de tu madre, gringo de mierda!” Patada en el costado izquierdo. “¡La puta que te parió pedazo de forro!” Carterazo en el parabrisas, en este caso propinado por la única atacante del sexo femenino.

Ya al borde del colapso, Bill dejando el GPS de lado, arrancó el auto como pudo, debido a la temblequera que le asaltaba en tal momento y pudo ponerse en marcha. La gente que asaltaba el auto en ese momento se hizo a un lado dejando el paso libre a Bill, a la vez que festejaban entre vítores y algarabías la expulsión del gringo invasor de su libre paso. Cuando estos quisieron retornar a sus vehículos a fin de retornar prestos su viaje, el semáforo cambió de nuevo a rojo. El ambiente general cambió de festejo a desidia, al ver que tendrían que esperar los noventa segundos para que el semáforo les de libre paso nuevamente. Pero como siempre es de esperar, en toda norma hay una excepción, en este caso, saltándose las normas viales, un individuo en una motocicleta arrancó a toda velocidad y atravesó la calle justo antes que el semáforo de la otra calle torne de amarillo a verde.

Cont...

Bill, creyéndose seguro del peligro, abrió la ventanilla del conductor, con el fin de poder tomar aire y relajarse tras el episodio del cruce de calles, en el cual se había salvado por lo pelos de no ser devorado por la furiosa multitud. No conforme con el viento, buscando una modo de expiación catártico, sacó su mano por la ventana y haciendo una señal de púdrete con el dedo mayor erecto escupió su maldición al cielo “Fucking beaners”. Es en este mismo momento que el conductor que rompió la ley en el episodio del cruce (llamado así con el correr del tiempo para abreviar) alcanza el auto de Bill y avanza hasta quedar de frente con la ventanilla del conductor, al tiempo que blandiendo su espada lingüística propina un certero golpe en la cara de Bill. “¡A tu vieja en cuatro, gringo culiao!” Hecha la ofrenda, escupe el rostro de Bill con fuerza y acelera la moto hasta perderse en el horizonte, atravesando con destreza los vehículos delanteros deslizándose entre los espacios muertos.

La sorpresa fue grande, Bill no esperaba un ataque directo, y sobre todo frontal, cuando había logrado pasar lo peor, sin duda era un miembro de la tropa de élite, dispuesto a ganarse la medalla del honor. Lo que acontece de inmediato fue de demasiado rápido, demasiados movimientos involuntarios de Bill, que de no haber sido por el shock hubiese podido resolver con mas agilidad. Primero tiró todo el peso de su cuerpo hacia el reposar del asiento, sus pies fueron a fondo al acelerador y por si no fuera poco, con una mano se intentó limpiar la cara con tal velocidad que termino golpeándose la frente, lo que ocasionó que su otra mano suelte el volante también. Con tantos impedimentos juntos, fue imposible que Bill pudiera maniobrar para salvarse del inminente choque que acabaría con su vida, un camión que transportaba ananás, que curiosamente es una fruta tropical. Peritos expertos revelaron que Bill siquiera fue consiente o tuvo tiempo de ver el camión con el cual chocaría segundos después de transcurrido el incidente. El accidente no pasó nada desapercibido, los medios locales dieron a conocer el caso como El gringo tropical, primera plana del día siguiente. Es que el choque fue tal que impactando al camión desde atrás hizo que toda la carga del mismo saliera a la calle, ocasionando daños menores en los autos que se encontraban en los alrededores más próximos, principalmente abolladuras en las chapas de los autos ocasionadas con la fruta.

Bueno, esto es lo mío, improvisaré bastante, aunque ya llevo una buena parte de estas cosas hechas, acá va:

Diario de Alex: 1º de Favrer, a las 8:30 de la mañana.

Comienzo escribiendo este pequeño diario porque presiento que cambios importantes se vienen en la monarquía y algunas cosas un poco extrañas se ven en la ciudad donde habito, como me interesa la historia creo que es bueno para el futuro dejar constancia de lo que está pasando, hace poco por ejemplo, se han visto algunos atentados de grupos radicales a oficinas de la monarquía, se dice que esos grupos están financiados por un malvado capitalista que tiene peones en el consejo de Lorencia, también se hizo un atentado la semana pasada al rey Rael y por último y no menos peligroso, se busca a un miembro de la familia de Lágriee, la búsqueda es frenética y la gente está asustada porque los medios lo han pintado como un asesino, yo creo que están exagerando y le he dicho a algunos compañeros que es sólo una bandera falsa o algún engaño. Bueno, me llamo Alex Levoris, soy un estudiante de psicoquímica perteneciente a la Akkademia de Ares, Ares es una región de Kasia, una monarquía con pretensiones de ser un imperio. Ares tiene una muy buena akkademia, sin embargo estoy buscando ser cambiado de akkademia a la de Lorencia, la capital de esta monarquía, en caso de no lograrlo buscaré algún trabajo en las minas de Tarkan, dicen que pagan bastante bien, en caso de no ser así o de que mi padre me lo prohíba, le diré que iré a Lorencia pero no para entrar en su akkademia, sino que buscaré alguna manera de ser aceptado en el palacio monasterial y volverme un sacerdote, seguramente mis conocimientos en psicoquímica y demonología me servirán demasiado para eso. Esos son mis proyectos, pero no quiero irme de Ares sin buscar antes algunas cosas en la biblioteca de Marrakia, ubicada en la calle del mismo nombre, es una biblioteca pública y la más grande de Ares, mi misión es simple, ir y ver algunos libros importantes y extraños, además de ver si me puedo robar alguno.

1º de Favrer (a medianoche)

Escribo esto después de un extenso y agotador día, escribiré estas cosas con miedo y terror a lo que vi, ya dije que soy un estudiante, sólo un estudiante y las cosas que vi hoy pueden hasta ahora ser de un peligro no menor. El día comenzó bien, llegué temprano a la clase de profundización de lo "ominoso", tema bastante complicado a mi parecer pero que sirve bastante en ataques y defensas de la percepción y la identidad de un sujeto, posteriormente tuve la clase sobre "involución metapsicológica", donde estudié bastante para la prueba que me hicieron, me fue bastante bien pero eso pierde su sentido sabiendo que en estos momentos mi vida corre peligro. Efectivamente pasé a la biblioteca y acá comienza lo curioso, buscando escritos antiguos que me interesaban bastante, entre ellos "el origen del pueblo de Eutopia", "la botánica del desierto rojo", "farmacéutica y cinognosis", "bestiario de psicodemonios antropomorfos" y algunos más, mientras los leía un tipo comenzó a hablarme, estaba bastante delgado, casi en los huesos, llevaba una especie de túnica, parecía uno de esos parias que se ven en la cordillera de Ares, pero ni siquiera ellos están tan desnutridos como este tipo, dejaré un poco de lo que hablamos escrito acá, para que el lector se haga una idea.
-.Hola chico, ¿Qué lees?
-.Ah hola, bueno, es un bestiario sobre psicocriaturas antropomorfizadas, es bastante interesante y necesito saberlo porque lo que estudio está relacionado con esto.
-.Bueno, yo sé mucho de esas cosas, si quieres te puedo enseñar.
-.No, gracias.
-. ¿En serio? niño yo sé muchas de estas cosas antes de que nacieras.
-.No, prefiero hacerlo yo sólo, además lo entiendo mejor.
-.Lo entenderías más rápido con mi ayuda.
-.No, agradezco su petición, pero no.
-.Ah, ¿No quieres ser el mejor de tu clase? Yo lo sé todo niño.
-. ¡Que no! ¡Basta por favor! ¿Usted sabe que esto es una biblioteca verdad? Guarde silencio y lea algo.
-.Bueno, sólo quería ayudar.
En estos momentos, el tipo saca un poco de tila y comienza a fumar, la tila es una hierba roja que crece en parte de Ordon, Caldeon y otras regiones de Kasia.
-.Usted no puede fumar acá.
-. ¿Y qué si lo hago?
-.Me voy, que tenga un buen día.
Fue algo muy desagradable, ni siquiera logré robar un libro, tuve que pedirlo y el trámite que parecía corto se hizo largo, además, el humo de esa cosa me irritaba, acá tomé una decisión que espero nunca se vuelva a repetir: Dejé el libro sobre la mesa y fui a encararlo, lo agarré de su traje que olía a un millón de demonios.
-.Hey chico, ten cuidado conmigo.

En ese momento, me da un golpe en el rostro que me arranca todos los dientes, no lo estoy diciendo de manera metafórica, esto fue literal, la sangre corría por el piso y varios libros resultaron manchados, los guardias entraron de inmediato a ver lo que sucedía pero en ese entonces el tipo agarra el libro y a mi cuerpo adolorido y arranca a la velocidad de un rayo. Llegamos afueras de la ciudad y todavía mi dolor es terrible, entonces puedo ver al tipo, no era un viejo como yo pensaba, era un adolescente como yo, no pasaba de los 20 años y comenzó a curarme, jamás había visto tal poder de curación, mi dolor ya no existía e incluso materializó y puso uno por uno los dientes en su lugar, no sabía que decirle, pero comencé por lo básico.
-. ¿Quién demonios eres?
-.Me llamo Laertes, ahora que sabes mi nombre no puedo dejarte escapar.
-. ¿Tú eres Laertes?
-.El mismo, si le dices a alguien que me viste, entonces tus días están contados.
-. ¿Entonces por qué demonios hablaste conmigo?
-.Eres muy bueno seleccionando libros y como un buen estudiante tienes acceso a mucha información que puede serme de ayuda, además necesito comida, he estado durmiendo en el desierto y en cuevas, no es muy agradable, sobre todo cuando casi todo el reino te busca, ah y mira, te traje tu libro.
-.Bueno gracias, pero no puede ir a mi casa así, mi padre daría una fortuna por atraparte, además es de día y tu escándalo ha puesto a todas las autoridades fuera de control.
-.Ya lo sé, por eso iré de noche, no necesito dormir, sólo algo de comida y algunos libros importantes.
-.Bueno, pero tengo una duda ¿Por qué te buscan?
-.Tengo información muy extraña, acerca de una conspiración de uno de los miembros del consejo de Lorencia, que actúa en conjunto con fuerzas demoníacas, se dice que provienen de Phobos o de Akkaria, además de que se está utilizando energía oscura para esos fines, también acabo de descubrir una preparación que te puede salvar de ataques producidos por bestias que tienen energía oscura.
-.Una información así debe estar muy custodiada
-.Claro, ahora lo ves, disculpa por el horrible recibimiento, ahora me voy, iré a tu casa a eso de las 2 de la madrugada.
-.Bueno.
Terminada la conversación sacó su cigarrillo de tila, lo encendió y se fue. Después yo caminé de vuelta a la ciudad, pero no pensaba que algo más pasaría, algo que pudo quitarme la vida, la cosa fue así. Cuando fui a comprar algunas cosas al mercado, ubicado a más o menos tres cuadras de mi casa, entraron los miembros del grupo separatista KARAT, en total eran veinte y tomaron como prisioneros a varias personas, uno de ellos me tomó a mí y de repente un cuchillo estuvo en mi cuello durante casi media hora, en esa media hora la policía negociaba con ellos, exigían la renuncia de Alexander, uno de los consejeros más confiables del rey Rael, finalmente la policía entró a la fuerza y atacaron, el miedo se apoderó aún más de la gente, yo aproveché el pánico para escapar, pero el tipo que se apedillaba "Enoxx", lanzó su cuchillo a mi cuello pero afortunadamente sólo me llegó al hombro, lo saqué y ahora lo tengo acá, al lado de la vela que ilumina mis desgracias en este horrible día, al parecer Enoxx era el líder del grupo, ojalá no vuelva por su cuchillo, pienso en ir a dejarlo a la policía cuando amanezca. Ese fue mi día, ahora cuando ya son las una de la madrugada espero a este tipo que quiere algo de comida, libros y ojalá que me cuente algo interesante sobre su terrible persecución, si es atrapado irá probablemente a la cuarta torre de las lamentaciones y posteriormente al patíbulo y yo seré su cómplice y por lo tanto mi destino será el mismo.

En esta situación tan comprometedora, creo que tendré que abandonar mis proyectos o por lo menos postergarlos, por ahora no podré pisar Lorencia.

Me encanta la invitación a escribir sin reglas ni tecnicismos. !Volemos entre las palabras!
Abrazos cordiales :)

Pura buena onda acá

Microcuento: Lo despierta el rayo de sol que lo deslumbra mientras se cuela por las cortinas viejas de su ventana. La resaca lo vuelve a tumbar en la cama pero casi al instante, se lleva desesperado la mano al bolsillo trasero de su pantalón. La cartera no está y lo último que recuerda es ese peculiar rostro femenino, sonriente por la satisfacción

Que sigan lloviendo las ideas, pls.

La trama de Evangelion pero con el elenco de la versión chilena de Casado con Hijos.

Fome y repetido.

La trama de Evangelion pero el protagonista es el llorón de >>19.

Mierda, traten de tirar ideas lo mas neutras posibles. No todos somos de Chile, todo bien con las ideas, pero por ejemplo tanto >>18 como >>6 solo sirven a una fraccion reducida de los usuarios.

Es como que diga algo como no se, Niño pequeño sueña con ser como Baby Etchecopar, tendra su gracia y todo, pero si no son de Argentina ni ahi cachan el chiste.

>Mierda, traten de tirar ideas lo mas neutras posibles
Lo haría, pero después todos saltan diciendo que soy condescendiente, pedante, etc.

Hay varias ideas buenas en este hilo que funcionan bien en la literatura universal y no ves a nadie tratándolos así.

masacre de san valentin por un loquito obsesionado con Evangelion y sus simbolos

Todo retorna a la nada.

Es mi Asuka
Es mi Rei
Soy su Shinji
Debería ser su rey

Es cosa de mirarnos
una vez más
ir a buscarla a su casa
decirle que fue sin querer
Que no, que no te quiere ver

Yo la amo, pasé su campo AT
se la comieron otros monos
otros evangélicos
voy a ir a la disco
a pitearme unos ángeles
con mi cortacartón eléctrico
con mi metralleta del jaus ofde dé
y cuando nos quedemos juntos
mirándola sobre todo ese el ci el
ojalá que al menos me diga
te juro que no me los culié

ww

Jorge Zabaleta se plantea matar a un niño gordo

Todo esto podría ir en la baizine, si es que no les molesta claro.

Es una idea que tenia yo tambien, escribi algunos cuentillos aqui. Pero me gustaria hacerles una revision previa si no es mucha molestia.

el hombre dueño del mundo se va a otro planeta parecido a la tierra y después de un tiempo decide volver a la tierra a ser otra vez el dueño del mundo por medio de un gran plan que ejecutan en chile.