No hay gente pajera, no creo que haya nadie a quien no le guste trabajar. Por ejemplo, cuando no tenemos en qué ocupar nuestro tiempo productivamente nos deprimimos. Pero el trabajo es distinto de la alienación. Trabajar es ocuparte en algo que te realiza como persona, algo que te gusta hacer. Alienación es cuando estás obligado a ocuparte en algo que no te realiza ni te gusta hacer.

Las personas que están condenadas a trabajar en cosas que no les interesan, que no realizan sus existencias, no tienen la oportunidad de salir de ese bucle fácilmente. Viven una vida que no quieren vivir, y eso los conlleva a desarrollar toda clase de problemas y transtornos, e incluso incita el crimen. ¿Culparías a estas personas por no tener interés en contribuir a un sistema económico que los obliga a vivir así?

Pero existe, por otra parte, gente que sí tiene la posibilidad de trabajar en cosas que les interesan, que los hace finalizar cada día con un sentimiento de realización, y además, tienen la posibilidad de seguir trepando la escalera social. Hay músicos que reciben dinero (y no poco) por componer canciones, realizando así sus existencias, y luego usan ese dinero para vivir cómodamente o estudiar y adquirir más estatus. Por supuesto que querrían contribuir al sistema económico, si el sistema económico les otorga tal nivel de privilegio. Pero hay personas que trabajan en oficinas tipeando números y cifras todo el día en informes que nadie va a leer, un trabajo que no le da sentido a sus existencias, y además reciben poco dinero por eso, con el poco dinero que ganan difícilmente pueden cambiar su estátus social. Si quisieran dejar de trabajar porque eso no enrriquece sus existencias, ¿los llamarías "pajeros"?

Esto es lo que el UBI busca abordar desde una perspectiva intervencionista.

Pero en fin. El UBI sólo funciona en el primer mundo, en países explotadores y no en países explotados. No creo que el UBI llegue nunca a América Latina, e incluso, no creo que se sienta su impacto en la clase baja estadounidense. El UBI, además, depende de fuertes políticas estatales que disminuyan la desigualdad social, elevando continuamente los impuestos a los sectores más acomodados para ir acorde con la inflación de los costos de vida, y por ende, la inflación del UBI. Si no se elevan los impuestos a los sectores más acomodados, o el UBI no será viable en el tiempo, o la clase media y baja terminarán financiándolo, o ambas a la vez. La historia de los Estados Unidos nos demuestra que cada intento de regular los impuestos ha fracasado. Otro problema es que el UBI seguramente será regulado por empresas privadas; simil a las AFP en Chile. Y como las AFP, el UBI servirá como mecanismo para enrriquecer a un puñado de empresas que lo manejen.