Gracias por mecionar Feuerbach y el programa de Gotha. Aire fresco con respecto a los filósofos VIP memeros que acaparan los hilos.

Se agradecerían las fuentes del meme o de semejantes aseveraciones para tales premisas.

>y no elabora ningún sistema ni cómo sería una sociedad futura

Ese es probablemente el mayor problema de Marx.

Marx, más allá de algunos aportes significativos a la teoría económica, es irrelevante hoy en día en otros aspectos, más allá del contexto histórico de su época, donde la calidad de vida y las condiciones laborales eran otras. Tratar de meter con calzador a Marx en cualquier cosa que no tiene absolutamente nada que ver con él, probablemente haría que se retorciera en su tumba.

Curioso comentario de alguien quejándose que no están mencionando a otros filósofos de hace siglos atrás. Yo siento que la gran mayoría de autores de izquierda radical actuales solamente están reinventando la rueda de Marx/Stirner.

Marx puede ser, pero Stirner verdaderamente no es tan influyente. En su lugar podría ir Bakunin.

Antes de publicar su crítica a Proudhon Marx lo elogiaba, estaban de acuerdo sobre todo en la naturaleza de la propiedad privada. Después se enojó porque Pierre-Joseph "eliminen a los judíos con fuego si es necesario" Proudhon dijo que las tontas masas deberían abstenerse de participar en la política, sobre todo si involucraba la violencia o incluso huelgas generales.

>>5
De todas formas uno podría argumentar que el método de la filosofía siempre ha sido construir en base a lo que hizo alguien más, críticamente o extendiendo su obra, o ambas como es el caso con el marxismo. Athusser dijo que ser marxista y ser spinozista era una misma cosa, etc. Y en muchos sentidos los posestructuralistas que siguieron la tradición marxista hicieron exactamente eso, extender críticamente ciertos aspectos de su obra considerando las diferencias en las condiciones materiales del momento. De hecho, este último punto es mi gran crítica al anarquismo: los anarquistas parecen deliberadamente ignorar el profundo impacto que los modos de producción de cada época tienen en las relaciones sociales y los individuos. Esto se ve reflejado sobre todo en el lenguaje de sus panfletos. Leer un panfleto anarquista hoy es lo mismo que hacerlo en el siglo XIX. Ignoran las abismales diferencias entre el potencial revolucionario de la Italia de Malatesta (el Risorgimento) o la Alemania de Bakunin (la Revolución de 1848), y el de Latinoamérica en el siglo XXI (indigenismo, crisis medioambiental), como si ambos contextos fueran la misma cosa. De la Revolución Española no aprendimos nada: el hecho de que los propios anarquistas hayan optado por incautar el aparato estatal en lugar de desmantelarlo apenas tuvieron oportunidad (cuando en otros tiempos esta fue la única línea divisoria que zanjaron con los marxistas) parece ser una simple anécdota y no una contradicción que debería llevarnos a repensar el concepto mismo del poder. "Si confiamos en que la revolución va a salir bien, no hay para qué pensar en qué podría salir mal": ese es el vicio del anarquismo.

Irónicamente fue el mismo Stirner el que describió mejor que nadie el gran problema del anarquismo: "así como los escolásticos no filosofaban más que dentro de los límites de la fe de la Iglesia, así también los escritores amontonan volúmenes sobre volúmenes tratando el tema del Estado, sin poner jamás en duda la idea misma del Estado. Todos sus ídolos permanecen intocables en el altar, como las manías de un loco, y el que los cuestiona juega con fuego".

Por qué les gusta tanto un weon tan latero e irrelevante como Stirner? Ya olvídense de ese weon

Tranquilo Marx.

Max Stirner literalmente se cagó en el bosque, BaI. Un oso pardo gigantesco se le tiró encima y Stirner quedó congelado donde estaba. Una gota de sudor pasó por sus cejas en forma de cara de Dreamworks, y luego cayó en sus botas de cuero de topo. Rápidamente imaginó escenarios donde el oso pasaría de largo o se le tiraría falsamente sólo para desaparecer en los matorrales. Él escribió al respecto en una carta para su amigo Samuel Brook: "(...) Estaba temblando con el mayor de mis miedos, partes de mi niñez pasando por mi mente como un maremoto visceral en una fracción de segundo. Excreté involuntariamente y procedí a alejarme lentamente del lugar."