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Crítico despiadado de todo lo existente
: 10/08/24(sab)19:48:30
ID:g2YjUxOW0
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3.- Si uno lo piensa bien, una norma superior debe ser un juicio analítico a priori a partir del cual se puedan deducir lógicamente todos los predicados posibles, sin embargo, hay acá un problema con el cual Kelsen se topa para generar su teoría pura del derecho y es algo que probablemente puede dar más quebraderos de cabeza: usar tan solo el criterio de validez para generar esa ciencia pura del derecho dejaría fuera el criterio de verdad y no se puede hablar de una ciencia que no posea el criterio de verdad, de partida, incluso las matemáticas y la física poseen criterios de verdad; se trata de una ciencia que solo dicte el deber ser sin siquiera saber si las cosas son de esa forma, de todos modos esto es algo que a día de hoy existe, el derecho no se rige por una moral y esto es así hace bastante tiempo, lo que importa en el derecho es la congruencia de las normas, no su verdad. Un ejemplo podría ser el siguiente:
“Juan no debe robar”
“Juan no ha robado, por lo tanto, Juan no es un ladrón”
Si bien la validez existe, se hace a costa de la verdad de un silogismo, porque perfectamente podría ser que Juan ha robado y sea un ladrón pero bajo normas de otra nación, o peor aún, que haya robado y no sea un ladrón o no sea considerado como uno, esto puede parecer un poco extraño pero es así, es por este deber ser, es por esta idea de verdad jurídica que no se corresponde con la verdad de los hechos materiales por la cual alguien que haya matado o robado puede no ser un asesino o un ladrón a ojos de un juez y es que no hablamos de categorías de verdadero o falso, sino de la validez, es decir, de que el concepto de “asesino” o de “ladrón” tengan sentido dentro del sistema jurídico y sean adecuadas al caso que se trata, ejemplos de esto hay varios, uno de ellos es que durante mucho tiempo los delitos sexuales que estaban tipificados siempre incluían necesariamente la penetración, pero que un sujeto acusado de violación no haya tenido acceso carnal a su víctima no implica que no la haya acosado; otro caso incluso más raro es el emblemático caso de la prostitución en Japón, un país que técnicamente y a nivel jurídico tiene la prostitución prohibida y sin embargo es uno de los países con mayor cantidad de trabajadoras sexuales. Sé que esto puede parecer una suerte de casuística, pero es que más allá de simplemente partir por juicios o silogismos, el problema va en los términos y en el uso de los mismos.
4.- La norma oculta en Kelsen es la congruencia de los juicios en torno a la validez, es decir que una norma superior se siga de una norma inferior, esto puede dar pie a infinidad de problemas posteriores puesto que se le da un poder ilimitado al derecho para dictar lo que es o puede ser, es decir, que el deber ser termina dictando lo que es el ser, por ejemplo se pueden dictar leyes retroactivas si las normas de un país lo permiten y si no lo permiten pueden hacerse las modificaciones constitucionales que sean necesarias para hacerlo. Puede ser que el robo sea condenado, pero puedo perfectamente crear leyes, normas y procedimientos que involucren un robo y llamarlo de forma diferente, todo está bien mientras sea válido, es decir, mientras se derive de una norma superior, también puedo también detener, encarcelar o desaparecer enemigos políticos, ya no se le llamará propiamente asesinato o crimen, podemos llamarlo como un plan de conservación de la paz social, etc., todo eso puede estar amparado por una norma general.
Acá el punto central es que Kelsen con su teoría pura del derecho se desliga totalmente de lo que puede sostenerse como teleología o también como ideológico, es decir, de todo grupo de ideas que consideren su existencia en base a una causa final, sin embargo, apartar la verdad es el primer paso para introducir una ideología. En este sentido, si tuviese que comparar el intento de Kelsen de crear su ciencia del derecho, podría equipararse a la física de Aristóteles y a todos los intentos que los físicos escolásticos hacían para encajar fenómenos físicos extraños y nuevos en su vieja teoría, usando siempre la lógica y los silogismos.