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A mí tambien me pasó en su tiempo, y a mi vieja le está pasando ahora.

Creo que esa posición de "centro" y esa forma "anti-política" de pensar como "no me gustan los extremos/la política" y es básicamente "no me gusta el cambio/revolución/pensar".

Así es, es en verdad una posición conservadora que tarde o temprano te llevará a odiar los revolucionarios, convirtiéndote en una persona de mentalidad fascista y derechista. Así que niños, si alguien les dice que son del "centro", piensen que son potenciales derechistas.