Polémica ha causado en Argentina la conversación en un grupo de WhatsApp entre los apoderados de un curso de un colegio de Buenos Aires que se mostraban aliviados por la separación de un pequeño con Asperger. Entre los mensajes se leían comentarios como “¡Al fin una buenísima noticia! ¡Era hora de que se hicieran valer los derechos del niño para 35 y no para un solo” o "¡Qué bueno para los chicos, que puedan trabajar y estar tranquilos!”.
http://static.t13.cl/images/original/2017/09/1504555376-chat-de-madres-contra-nio-con-asperger.jpghttp://www.t13.cl/noticia/mundo/polemica-argentina-nino-asperger-fue-separado-su-cursoLa madre del niño con Asperger que ha sido desplazado de su clase en un colegio argentino después de la presión de los otros padres, que mostraron su alegría en un chat por la decisión de apartarlo, cuenta desolada que tanto el niño como el colegio han hecho muchos esfuerzos para que pudiera seguir con sus amigos, pero la presión de los padres ha sido más fuerte. “Al niño le gusta tener amigos, él lo intenta, más allá de a veces no entienda los juegos de sus amigos. Por ejemplo le gustan los Pokemon porque todos hablan de eso, él siente que está perdiendo ese vínculo, que se lo están sacando”, explicó en la cadena de noticias TN.
Paola, la madre de este niño, defiende a la escuela, un centro religioso privado llamado San Antonio de Padua y que está en Merlo, un municipio de clase media trabajadora de los alrededores de Buenos Aires. De hecho ha tenido una reunión en la que han acordado que el menor repartirá su jornada entre varias clases para no perder ese contacto de forma total con sus amigos. “Yo me saco el sombrero con como ha manejado el colegio, estaban desbordados por la presión de los padres”, cuenta.
En todo momento culpa a los otros progenitores, que según ella han hecho la vida imposible a los responsables de la escuela hasta que les forzaron a ceder. Incluso hicieron, según su versión, una huelga para exigir que cambiaran al niño de clase. Esto es, no mandaron a sus hijos al colegio como señal de protesta. “Fue en julio. De los 35 niños fueron solo 11 a clase ese día. Yo lo mandé como todos los días. Él me dijo que habían ido muy poquitos niños, y yo pensé que era por la lluvia. Fui una ingenua. Otra madre me contó después qué había pasado. Así pedían los papás que sacaran a mi hijo”.
El resto del artículo:
https://elpais.com/elpais/2017/09/04/mamas_papas/1504540186_757573.html