Perdón por el papiro, pero me tengo que desahogar o voy a explotar.

Ayer desperdicié toda la noche intentando instalar Arch Linux en mi computador nuevo, fallando miserablemente cada vez. Intenté de todo: eliminar la partición que traía con Windows 8.1 (sí, Windows 8.1, en pleno año 2017...), purgando todo el disco, bajando de nuevo el iso de Arch, instalándolo en otro pendrive, etc. Al final me aburrí y me fui a acostar muy irritado a eso de las 2:30 am porque no he dormido nada en días. Hoy en la mañana me revolqué en la cama varias horas pensando en cuál podía ser el problema y finalmente decidí probar el pendrive en mi notebook para ver si corría la instalación, y adivinen qué... LA CORRÍA SIN NINGÚN PROBLEMA. O sea, por mera lógica, el problema era el computador nuevo. Simple Navaja de Ockham. Ahora desperdicié toda la mañana metiéndole mano a esta BIOS "super moderna" que los computadores con UEFI traen, y aparentemente no hay manera posible de correr un sistema operativo que no sea Windows 8.1+, esa es la conclusión a la que llegué. Incluso en el disco que traía la placa dice que la compatibilidad podría estar limitada a Windows.

Al final, luego de 5 o 6 horas intentándolo, pude correr Arch, y tuve que pasar por el calvario de mi vida:
1. instalar el iso del firmware ASUS todo de nuevo desde el disco que traía la placa para restaurar la configuración por defecto de la BIOS sin ningún upgrade
2. forzar el arranque Legacy desde la BIOS (ya ni me acuerdo cómo lo hice)
3. instalar Arch
4. instalar las particiones para hacerlas compatibles con UEFI (en esto perdí como dos horas), es decir, hacer una partición primaria en formato FAT32 que sea booteable porque esta porquería de UEFI no permite formatos que no sean exclusivamente de Windows, ni menos permite NTFS (esto me dejó con la boca abierta). Hacer otra partición lógica en EXT4 para los archivos root, hacer una tercera partición EXT4 para el home y finalmente una aparte para el área de intercambio SWAP.

Aunque les sorprenda, todo lo anterior no fue el problema. En donde casi me arranco el pelo y me lo como fue intentando instalar GRUB y compatibilizándolo con el nuevo sistema de arranque. Les juro que por poco mando todo a la mierda y me devuelvo a LILO.

Conclusión: UEFI es todo lo que está mal con la computación hoy en día. ¿Quieres instalar Linux en un computador moderno con UEFI? ¿BSD? Ándate olvidando, no hay manera. Cómo mierda es posible que una BIOS en el año 2017 sea incompatible con NTFS. Antes en una máquina podías instalar cualquier basura que se te ocurriera. Hoy, en nombre de la "eficiencia" los fabricantes te obligan a usar un sistema operativo. Eso es un downgrade por donde lo mires. Y se supone que la única ventaja de UEFI sobre Legacy es que el arranque demora como diez segundos menos. Pura mierda, trabajé tres meses en un compañía con computadores que usaban UEFI y el arranque es peor en la mayoría de los casos. O quizá sea mejor, qué se yo, cuando recién instalas el sistema operativo, pero apenas apliques cualquier tipo de configuración en el equipo, el arranque se convierte en puro bloat.
El problema de la computación hoy en día es el siguiente: conciben una idea que les parece mejor y revolucionaria, pero la idea es una mierda, da lo mismo, no les importa, ya hicieron toda la propaganda por la idea. Así que fuerzan a todo el mundo a adaptarse a esa idea, y la mayoría de la gente ni siquiera se da cuenta de que la idea es peor. Es como el sistema touch en los smarthphones. Pésima idea, pero da lo mismo, es el status quo.