Primero que todo, debes preguntarte: ¿Quieres vivir en El Sistema? ¿Lo ves como algo bueno? Con El Sistema me refiero a esa felicidad de vivir bajo las reglas normales, casarte, tener hijos, trabajar en lo que te gusta, ganar dinero de ello, o compartir el sueño de ganarse el Kino y salir a viajar por el mundo. Esos anhelos, para mí, son parte del común, y son muy realizables. Quienes vivan bajo esos preceptos, tienen mucha más posibilidad de ser felices.

Ahora, la parte complicada, es cuando tu felicidad no se cinrcunscribe a una felicidad clásica y tradicional. De hecho, la mayoría de los que buscan esta satisfacción espiritual, que se aleja de lo que es lo corriente y esperado, empieza a ver que no hay una felicidad como tal. Aquí, generalmente tendemos a 2 opciones (aparte de la depresión, que es otro camino): La trascendencia, o el vivir el momento.
Yo, busco un equilibrio en ambos. Sé que no soy un genio ni nadie especial, pero me gustaría trascender, pero no quiero dedicarme a full por ello. Y ahí es cuando fracaso en todo, porque no puedo esperar a que la cosa sea un golpe de suerte. Así que... vivo el momento.