- Verán, los del think-tank comprobaron que los grupos en red tenían sus propias normas de moderación. En algunos comprobaron que tenían reglas simples para evitar conflictos, ellos lo llaman flame wars, en los que casi siempre había dos partes enfrentadas, como pueden ser clásicos de nuestra era como equipos deportivos, ateos y creyentes, ideas políticas opuestas... grupos de discusión generalistas o especializados que no trataban de los temas anteriores solían prohibir hablar de política y religión para prevenirlo.
- ¿Creen que ese es el punto débil de la sociedad representada en Internet? ¿Qué tiene que ver esto con los sindicatos? - preguntaron cada uno de los dos.
- Nosotros somos los del círculo con la cruz, que es el símbolo de la Tierra. Los del club estamos aquí, ya que nos regimos por nuestras propias normas sin injerencias sociales. Los de las cruces y flechas son Marte y Venus, planetas bien alejados de donde nos encontramos y que también son muy diferentes al nuestro y más entre ellos.
- Pero ha dibujado muchos venus y martes y en el segundo dibujo ya no están mezclados y los ha agrupado en círculos como si fueran conjuntos... no entiendo a qué se refiere. - indicó confundido el primer caballero.
- Bien, no sé si se habrán dado cuenta que también Venus representa a las damas y Marte a los caballeros. En los grupos virtuales no se comportan igual, por lo allí con el anonimato y desinhibidos permitía exabruptos por parte de hombres al utilizar la plataforma para ligar. Esto se da mucho en IRC, que son charlas a tiempo real. Al final solo quedaban las que querían sacar provecho económico y espantaban a las que querían algo de conversación social y presumir a sus afines, reduciéndose en el privitivismo. Venus y Marte son lugares inhóspitos e inhabitables, disfuncionales por sí mismos, por lo que la propuesta tras estudiar la gran red llega a la conclusión de enfrentar a las de Venus y a los de Marte.
- Resulta brillante la forma con la que representaron, enhorabuena al equipo, -felicitó el segundo- sin embargo no me queda claro cómo podría ganar aceptación, ya que hombres y mujeres estamos en cierta forma condenados a entendernos, al menos en familia y estos valores sociales establecidos estrechan lazos, algo que no creo que a los prelados guste mucho que propongamos dicotomizar.
El tercer hombre comienza a trazar unas líneas numeradas en el reverso de una de las servilletas.
- La propuesta es utilizar a sus propios representantes, reemplazando el simbolismo existente. Relacionar las partes psicológicamente con otra con un clásico divide et impera, logrando un enfrentamiento que no cause pérdidas de productividad y consumo, que se resume en el siguiente hexálogo:
1: Marte es el capital. Hay que encontrar un mecanismo por el cual se puedan reemplazar las palabras varón masculino (Marte) por el capitalismo, el cual es para nuestros opositores el origen de todo mal y que causa la opresión de su clase.
2: Venus es el proletariado. Aprovechando la consolidación del tercer sector, donde en muchos lugares ya superan en número la fuerza laboral y ya dominan en titulaciones de estudios superiores, donde también se fraguan las ideas progresistas, siendo espacio complementario para la nueva doctrina.
3: El nuevo capital oprime al nuevo proletariado. Los planetas reciben sus nuevos habitantes y se enfrentan con la ideología adaptada y dejan la Tierra para nuestro disfrute sin estas amenazas.
4: El mensajero se actualiza. Se crea nueva retórica que reemplaza la de Marx y cía., con discurso similar con nueva filosofía de las diferencias entre Venus y Marte. Universidades y grupos progresistas adoptarán el nuevo mensaje para crear nuevos oprimidos y opresores.
5: Nuevos medios para el nuevo medio. Para controlar la sociedad abierta se requiere sembrar progresivamente grupos de opinión en las páginas con menor control. Tras el compadreo suficiente con la cúpula administrativa y la influencia masiva de los años y otros medios oficialistas se logrará doblegar intentos de disidencia.
6: La tierra domina el sistema. Controlando la ideología con un reemplazo espurio permitirá nuevas décadas de fraternidad para el club, pudiendo siempre culpar al nuevo capitalismo de todos los males y crisis venideras.
- Quiero vivir para ver el proceso. Tiene todo mi apoyo y medios que sean necesarios para colaborar para que esto llegue a buen cauce.
- Yo también. Aquí todos peinamos canas pero me da la sensación que podremos brindar antes de marcharnos.
Y así fue. En un nuevo hotel aislado más lujoso que el de antaño, con bastantes más canas, sonreían con complicidad y denotando satisfacción por lo acontecido mientras degustaban la cosecha de aquel año destilada gota a gota en sus copas. Un líquido anaranjado que año tras año fue derramando como lágrimas de los que trataron de enfrentarse y cayeron, por un plan tan perfectamente calculado.