>>7Creo que lo complicado es cómo, sea cis o no cis, se llega a tener el criterio de complementariedad como causa eficiente de la tendencia al acto amatorio. Este es el mito del andrógino de Aristófanes en El Banquete. P. ej. en un no cis, supuestamente no regiría la complementariedad, y quizás, por lo menos superficialmente, una equivalencia. Dicho en simple, es como cuando alguien te justifica que las parejas se forman porque «uno tiene lo que al otro le falta» y, además y sin perjuicio de lo anterior, «porque tienen muchas similitudes». ¿Se entiende? Cuando ocurren problemáticas así de indecidibles, se puede pensar con justicia que en verdad no se sabe el por qué. No se sabe por qué se juntan las parejas de distinto o de igual sexo. Lo habitual es que se tome por autoridad las leyes de la naturaleza en una especie de panteísmo de aguas tibias, afirmando que necesariamente porque de la cópula se fecunden hijos, ésto es el deber y la verdad de la complementariedad susodicha. Materialmente la única plausibilidad de eso es por sumar fuerzas político-filiales en los matrimonios y además un manejo óptimo del caudal relicto ─y no solo en las cosas, sino también en la fragilidad de la senectud y, aunque un poco más inconsciente y rebuscado, eludir el horror de volverse uno mismo el último hombre, o sea aquel a partir del cual la contabilidad humana llega a su fin.
Con todo lo último queda claro que no tiene nada qué ver con la tendencia afanada por las ganas insoportables de culminar en la cópula. Y viéndolo así provee de la explicación más fácil por el solo uso del reflejo condicionado y un darwinismo precario: que los senos llevan el reflejo condicionado del impulso sexual para el mejor de los fines que es procrear. Yo creo como ya mencioné que ésta es solo una (1) de las explicaciones, pero no toda y por tanto solo una parte de la verdad.
En suma, la pregunta que resta sería ¿por qué y cómo llegan unos criterios particulares a dar el motivo del impulso hacia el acto amatorio? Y pongo «acto amatorio» y no «cópula» porque en principio solo se cree que se quiere el primer obrar de la procreación, creencia por el hábito de la justificación panteísta descrita arriba.