>>8Parto por decir que el LSD no es una droga altamente dañiña, ni para uno, ni menos para el resto, pues te deja en un estado de amistad y conección con el resto, en el que veo difícil que se te ocurra crear algún daño. Puedes leer más al respecto en wikipedia y/o erowid.
Mi punto era que uno tiene el derecho de consumir la droga que quiera, independientemente de si esta droga te induce a cometer actos que dañen al resto, ya que en ese caso lo que hiciste de mal fue dañar al resto, no consumir la droga. Y si uno tiene derecho a consumir lo que quiera, tiene también derecho a vender lo que quiera, ya que no estás obligando a nadie a comprar.
La sociedad es un instrumento de organización que no necesariamente tiene que ver con el estado y el gobierno, no porque vayas en contra de una ley estás yendo en contra de la sociedad, y creo yo que en nuestro caso específico de estado y gobierno, claramente no son una representación de la sociedad, por mucho que quiera venderse a sí mismo así, porque las leyes que rigen a este estado son promulgadas por un grupo de personas que "nos representan", pero que eligen entre ellos el sistema a través del cual los vamos a elegir, sistema que obviamente nunca será perfecto, pues es imposible que en estos representantes haya un porcentaje de pensamiente equivalente al de la sociedad, pero más aún, en nuestro caso particular, esta relación de pensamiento del gobierno (o al menos de acción, i.e. las leyes que promulgan) está muy alejada del pensamiento de la sociedad, por el sistema de voto (En el caso de Chile, segunda vuelta simple, partidismo, anteriormente el binominal, etc), y por el condicionamiento creado por generaciones de gobiernos que se atienen a un mismo esquema de política.
Por eso, creo yo, que si me puedo fumar un pito tranquilo en la plaza, y que a la gente no le importe, significa que no estoy yendo en contra de la sociedad, y por tanto es completamente irrelevante si estoy yendo en contra del estado y la ley. Diferente es cuando alguien se pone a jalar en un bar y se pone a pelear con la gente, o cuando alguien se cura y luego sale a manejar, ya que ambos actos son condenados por la sociedad, pero no son condenados porque haya jalado o bebido, pues a nadie le importa eso, y si no le hubiera hecho daño a nadie, nadie hubiera dicho nada.