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>>4371 Y no sólo eso, es que los tiranos no hacen promesas, sólo amenazan y cumplen sus sentencias de muerte con la impunidad que les caracteriza. En cambio, en las promesas de los que se debaten el trono en las elecciones presidenciales, sí se hacen promesas hermosas de igualdad y justicia social. El problema es que la gente ilusa cree en esas cosas. La salvación no va a venir de políticos, militares, empresarios, etcétera. No hay salvación. El que nace esclavo, muere esclavo, engendra esclavos a menos que engendre a Maradona. Pero por eso tenemos fútbol, cerveza y cosas para consolarnos, entretenernos y aturdirnos. El opio de los pueblos.
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